Entre las artes tradicionales de Asia Central, la música ocupa un lugar único, ya que fue durante un tiempo la forma de expresión y de identidad social, preservando prácticas espirituales y creencias, cultivando la poesía y transmitiendo historia, filosofía y ética.

Esta venerable tradición musical sufrió una severa ruptura durante el siglo XX, cuando la sociedad y la cultura de Asia Central fueron forzadas a tomar nuevas formas bajo la influencia de la modernización Soviética. Como continuación a la ruptura de la Unión Soviética, el patronazgo de la música y otras artes languideció con las nuevas naciones de Asia Central que luchaban para conseguir una estabilidad social y económica. A pesar de todo esto mucha de la riqueza musical de esta enorme región sobrevivió, aunque en formas alteradas o incompletas. Hoy en día este legado está siendo activamente reconstruido y revitalizado. Estas tradiciones, cambiando continuamente, tienen sus firmes raíces en prácticas musicales locales, ninguna de ellas es “pura”, más bien al contrario, constituyen una historia de invención e innovación, acumulada y transmitida oralmente, a la que los artistas como Alim Qasimov y su Ensemble, han contribuido con sus propios descubrimientos musicales. Tal y como muestra claramente su programa, como el de Fargana Qasimov y su ensemble, estos descubrimientos han re-vivido a través de diversos estilos musicales, formas y géneros, pero comparten un propósito común: hablar al alma y agitarla.

Alim Qasimov

Alim Qasimov es el más conocido y venerado cantante de Azerbaiyan, gran virtuoso que se encuentra igualmente cómodo en los dominios de la culta música Azerí: música artísticamente clásica o “Mugham”, así como en la urbana tradición bárdica del “Ashiq”.

El “Ashiq” o bardo es el moderno trovador, que es al mismo tiempo poeta, cantante y filósofo lírico. “Mugham” es la forma Azerí de la vasta tradición del “Maqâm” tradición que ha florecido durante siglos en las sofisticadas culturas urbanas del Oriente Medio, Norte de Africa y Asia Central. Consistente en largas series de canciones artísticas entremezcladas con piezas instrumentales medio improvisadas, el “Mugham” es el vehículo ideal para mostrar la virtuosidad y la pasión. Alim Qasimov no creció en una familia de músicos, conoció la música ya como adolescente. Tras servir en el ejército y trabajar en una empresa petrolera, comenzó sus estudios musicales con el gran cantante de “Mugham” Agha Khan Abdullaey. En la década de 1980 Qasimov comienza a realizar giras por Europa con un pequeño grupo. En la década de 1990 sus giras y sus grabaciones se expanden y en 1999 en reconocimiento a su importante contribución a la música tradicional, Alim Qasimov es premiado con el prestigioso premio Internacional IMC-UNESCO Music Prize A diferencia de algunos interpretes de músicas tradicionales que se han mantenido firmes en el marco de los estilos antiguos, Alim Qasimov se distingue por ser un aventurero sin fin. Ha trabajado junto con grupos de jazz y pop, ha cantado vanguardista música de cámara junto con el multicultural Silk Road Ensemble, fundado y dirigido por el chelista Yo Yo Ma, y ha grabado un pionero proyecto en colaboración con el cuarteto californiano Kronos Quartet, auspiciado por el Agha. En los últimos años, Alim Qasimov colabora estrechamente con su hija, Fargana Qasimova, reconocida cantante solista, desarrollando juntos nuevos enfoques del clásico “mugham”. (ver biografía de Fargana Qasimov abajo) A todas estas diversas actividades, Alim Qasimov aporta un enorme carisma y una calidad vocal que trasciende y ofrece una evidencia del poder de la música, no solo para entretener sino efectuar transformaciones emocionales más profundas.

Fargana Qasimov

Hija de Alim Qasimov, Fargana Qasimova, ávida estudiante de mugham, práctica  informalmente con su padre desde los 15 años.  A los veinte es ya, plenamente y por su propio derecho, una reconocida cantante y es en este momento cuando Alim Qasimov decide introducirla en su ensemble.

Fargana aparece por primera vez en 1997 en el programa The Legendary Art of Mugham , en el que los dos comparten las tareas vocales en la canción getme getme. Su siguiente album incluye una pista, Bagishlamani, dedicado a su antecesor, Nusrat Fateh Ali Khan. El lanzamiento de este album marcó un punto álgido para Fargana Qasimova pues era su primera versión ampliamente disponible para el público occidental y resultó un éxito de crítica. Desde este momento Fargana ha actuado en muchos de los más importantes teatros y auditorios de Europa, Estados Unidos y Asia. Fargana conecta con jóvenes generaciones, no sólo es atractiva a las tradicionales islámicas y sectores de la población de Azerbaiyán, sino también a un público moderno y occidentalizado.

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